La estancia de Jesús María incluye la Iglesia, la residencia y la bodega, los restos de los antiguos molinos, el perchel*y el tajamar.La Iglesia de nave única abovedada posee un exterior sobrio, destacándose su importante cúpula central, ricamente ornamentada con bellos relieves en su interior, y la elegante espadaña*de piedra ubicada junto a la sacristía. Además del templo, hay una residencia cuyo patio principal se encuentra bordeado por dos galerías de planta baja y alta, con entrepiso de bóvedas y techo superior de cabriadas*.También debemos tener en cuenta que, además del templo y la residencia, antes había partes que correspondían a las habitaciones de indígenas y esclavos, y, por último, las campos de cultivo y pastoreo. En la Iglesia, de una nave y acusado crucero, contrasta el bello trabajo de relieves de interior de la cúpula y de sus pechinas*, la bien resuelta cúpula, la elegante espadaña extrañamente colocada en diagonal junto a la sacristía, con la pobre fachada, de proporciones poco felices y una ingeniosidad no muy graciosa.
Mitad monasterio y mitad factoría, los ranchos destinados a los indios y los esclavos, fueron cambiando por las construcciones de ladrillo, piedra y teja, características de la Orden. El patio central cerrado en dos costados por un claustro de dos niveles, las amplias galerías, los arcos de medio punto, cierran el estilo propio de la Compañía.
Cobreado: con una capa de cobre.
Perchel: aparejo de pesca que consiste en uno o varios palos dispuestos para colgar las redes.
Espadaña: campanario formado por una sola pared, en la que están abiertos los huecos para colocar las campanas.
Cabriada: techo inclinado a dos aguas.
Pechina: triángulo de lados curvos que está formado por el anillo de una cúpula y los arcos sobre los que se construye.
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